Me he permitido recrear un zoológico que simbolice las 9 tipologías de Personalidad que describe el Eneagrama. Si bien coincido con el Psiquiatra Claudio Naranjo en algunos animales, he preferido instalar mi zoológico personal. Usted irá descubriendo las personalidades, simbologizadas en estos animales, para adentrarse en el entretenido juego de saber qué es lo interno e inconsciente que mueve a las personas.
Sólo hace pocos años, el Eneagrama fue aceptado por la psicología, especialmente la Transpersonal, como un eficaz mapeo de la personalidad humana. Mapeo para el autoconocimiento, mapeo para terapias, coaching, entre otras aplicaciones como Liderazgo, Clima Laboral, Cultura Organizacional, en el mundo del trabajo.
Recién en los años 60, gracias a Oscar Ichazo quién le da forma a esta sabiduría ancestral y reducida a pequeños grupos, que la transmitían en forma oral, es que hoy conocemos esta fenomenal herramienta para conocer al ser humano. Antes de Gurdieff, quien llevó este conocimiento, por transmisión oral, a los círculos intelectuales de Europa a principios del siglo 20, aplicándolo a los procesos, principalmente, el Eneagrama, dicen, habría nacido hace unos 2500 años en Babilonia, otros afirman que la cultura Sufi lo utilizaba en el siglo 15, pero lo concreto es que hoy se nos presenta en forma abierta, pública y en permanente desarrollo evolutivo. En una primera parte de la historia contemporánea del Eneagrama, se enunciaron con gran precisión los atributos que caracterizan a cada tipología y que a su vez le diferencian de las demás. Encontrar lo que tienen en común los seres humanos, hasta concluir que hay 9 tipos, fue tarea de siglos y, desde algunos años, esa tarea a dado paso a utilizar el Eneagrama como herramienta de Transformación y Evolución. A esta segunda fase de la historia moderna, le sigue aquella que plantea el Eneagrama ECO que, por primera vez, nos muestra, tras una intensa investigación, cuál es el Origen de cada Tipología y con ello, abre las puertas para un nuevo enfoque terapéutico que apunta a sanar desde los orígenes sin necesidad de transitar obligadamente por el psicoanálisis.
Siguiendo el camino que le propongo, se encontrará con un Modelo que nos ayuda a comprender la lógica que hay detrás de tan complejo proceso de la mente y las emociones. En ese transitar haré referencia a un Dolor Basal que desencadena un Miedo específico, que se instala de por vida, y de allí a un Mandato interno que comanda todos nuestros actos y pensamientos y que persigue y se obstina en una determinada Expectativa a fin de compensar aquel Dolor basal. Evidentemente, dicha expectativa lleva a una Estrategia para hacerla posible. De todos esos 5 pasos se derivan lo que llamamos Atributos de la Personalidad, aquello por lo cual reconocemos a las personas, y que son lo visible de la Personalidad, la punta del iceberg que flota sobre esos 5 elementos que habitan en el inconsciente.
En este Zoo, le irá pareciendo cada vez más Lógico este entramado de las relaciones humanas, sus sueños, sus contradicciones, sus pugnas y sobre todo el lado oscuro que negamos tras la máscara de la personalidad. Le propongo esta primera incursión para que usted descubra su eneatipo. Quizás le sea más útil que hacer algún intrincado Test.
El Miedo que caracteriza al Conejo, la Paz que encarna la Paloma, la embestida desconfiada del Rinoceronte, la vanidad del Tigre, la curiosidad del Mono, lo observador del Búho, la Corneja como símbolo del Deber Ser o lo especial de un hermoso Unicornio, serán los personajes de este zoo-lógico, que reúne a 7.200 millones de seres y cuya dirección es 2016 Tierra, Vía Láctea.
El Pulpo
No suelta, abraza y sólo te pide Amor.
Quizás, la imagen de un pulpo no sea la más estética ni la más amable, pero ilustra, mejor que otros animales, la compulsión que invade a esta tipología de personalidad, de acuerdo al Eneagrama. Muchos brazos para abrazarte mejor, muchas ventosas para que nunca me abandones.
Sí, un profundo temor a no ser queridos mueve a los Eneatipo 2 a buscar siempre la conexión con las personas, necesitan sentirse conectados. Una rica conversa, una broma en un ascensor, el comentario a la dependienta de la tienda, una pregunta sobre la salud, un comentario sobre la falta de solidaridad de la humanidad, un gesto coqueto, un piropo, da lo mismo, cualquier pretexto es bueno para sentirse conectado(a). El dar, ayudar, regalar son las acciones recurrentes para sentirse conectado(a) y no hay ocasión que el Eneatipo 2 se la pierda. Así, dar una sonrisa, dar optimismo, dar preocupación por el otro, son tan importantes como ayudar, ofrecerse para hacer un favor, para un cargo que nadie quiere, para misiones humanitarias o cualquier ocasión de colaborar. Obviamente, lo hacen desde el inconsciente y no se permiten admitir que esperan la recompensa de ser queridos. Si alguien nunca olvida el día de tu cumpleaños y nunca falla con regalos que te gustan, ese es un 2, que te ha observado, que conoce tus gustos, tus fechas, tus deseos, para estar disponible para satisfacerlos. Pero, en su afán de conectarse siempre y con todos, nuestro pulpo no tiene tantos tentáculos y falla, detrás de su entusiasmo y disponibilidad, nuestro pulpo no puede cumplir con tanta promesa, no le quedan horas.
Desde la perspectiva social, el Rol de madre abnegada es el que mejor tipifica al eneatipo 2. Una madre solícita, que hace y hace por los demás y de paso se posterga y se posterga. Y, en lo íntimo de su corazón, nada es suficiente para ser amada(o). Ya en su punto de stress, nuestro pulpo opta por victimizarse y cobrar sentimientos, a veces solapadamente para que el otro entienda y otras, abiertamente cobrando favores.
En esta compulsión por hacerse merecedora de amor, el eneatipo 2 transa sus deseos y se vuelca a hacer méritos, apoyado por su enorme capacidad para detectar lo que el otro quiere, desea. Sin tener plena consciencia, la obsesión se vuelve en contra y, en vez de ganarse el amor de alguien, termina agobiándolo con atenciones hasta saturarle, y éste termina huyendo de la escena.
En su rol de madre, muchas veces tienen problemas con los hombres ya que se postergan como mujeres, salvo cuando se vinculan con un hombre-hijo que espera ser cuidado por tan solícita mujer-madre. Son muchas veces las eternas amigas que nunca se convierten en pareja a pesar de que tienen grandes dotes de seducción y coquetería que usan, no tanto para enamorar sino para sentir que lograron la conexión, para luego soltar la presa. En algunas ocasiones, ya superadas por la necesidad de cariño, aceptan relaciones de triángulo a modo de consuelo.
Sin duda, socialmente nuestro pulpo es visto como una excelente persona, generosa, volcada a los demás, entregadas a causa nobles y por unanimidad la calificarán como una persona generosa. Y, como tal virtud es escasa y el egoísmo y egocentrismo gana la batalla, dichas personalidades son percibidas como ejemplos para la humanidad.
Hoy, en medio de la vorágine neoliberal y su depredadora actitud, comienzan a surgir nuevos empresarios, pocos aún, que sustentan el paradigma de la solidaridad, sin por ello descuidar las utilidades. Son nuevos empresarios, jóvenes casi todos, que están por una Economía de la Solidaridad vs una Economía de la Competitividad, argumentando con pruebas de que, incluso, es una economía más rentable, productiva ya que está respaldada por el agradecimiento de sus trabajadores vs un enconado resentimiento producto del abuso. Cito un texto maravilloso que inspira a fomentar una cultura del dar, del compartir, una cultura inclusiva. Nada menos que niños enseñando a los poderosos.
«Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y le dijo a los niños que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas.
Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio.
Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron:
UBUNTU, ¿cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes?»
Sin comentarios!!!
El Tigre
Vanidoso, destacado… espera ser reconocido.
No se oye el clamor. Luego, unos aleteos a la tribuna para arengar a la hinchada, le sigue una sonrisa que se sabe observada, incluso por él. Es Vidal, el rey Arturo que no deja nada al azar, son parte de una imagen de sí mismo, un luchador, pero de los exitosos. El corte de pelo, la barba, los tatuajes, la sonrisa pseudo humilde, el hablar cuidado, sus trajes, su maseratti rojo, la mujer, todo impecable, incluso después de la borrachera pide perdón, ya pensando en reponer el auto por otro más controlable. No sólo en los deportes encontramos a los buscadores de logros que hacen lo indecible para destacar en todo lo que hagan, con un afán competitivo que no sólo implica esfuerzo y mucha energía sino la capacidad de una mente con pensamiento estratégico que pone todo su foco en la conveniencia. Sonreír, como si el éxito ya hubiera llegado es una de sus características, adaptarse rápidamente a las circunstancias y no detenerse ante un error, con una extremada actitud optimista que desarma, en fin, un winner, eso es un Eneatipo 3. En el mundo de los negocios proliferan y su tenacidad y obsesión por la eficiencia y la gestión a veces le llevan a la Presidencia de la República, nombrando a muchos gerentes como sus ministros, encapsulando la gestión y el timing en un pendrive en ristre para cada uno.
El logro, con todas las prevendas de la vanidad, es la idea madre, sea en Wall Street o en Penta, a veces sobrepasando lo decoroso y los límites de la ética. No hay mucha diferencia entre el personaje de Micheal Douglas en Wall Street – Gordon Gekko – y algunos próceres locales, unos con arresto domiciliario y otros sobreseídos de sus colusiones. Pero no es la ambición lo que mueve a este Eneatipo 3 sino su ilimitada necesidad de reconocimiento. Nada es suficiente, siempre hay alguien mejor en la comparación compulsiva, siempre subyace ese tufillo a rechazo de infancia.
No sólo hay individuos tipo 3 sino también sociedades que encarnan el logro y la competitividad. Desde hace unas pocas décadas, nuestro país se ha ido tiñendo de esta tipología mamada del imperio, de donde vino el liberalismo a ultranza que orienta nuestra economía. Al país depresivo, melancólico y algo pusilánime se le impuso una tipología ajena a nuestra idiosincrasia pero que – presa de una autoestima baja – cundió como reguero de pólvora para convertirnos en ese “tigre” de Latinoamérica, apenas un gato lleno de vanidad, de apariencias, donde cunde el Tener por sobre el Ser. Pero todo esto ya había comenzado con William James (1842), el inventor del Pragmatismo, que sostenía que la idea verdadera es la que triunfa o permite triunfar. Su concepción relativista y pluralista le llevan a postular que para cada problema existen varias soluciones teóricas y varias perspectivas. En lo religioso, William James no pone su esperanza en contar con un mundo mejor sino el hacer mejor este mundo, aunque sea en la creencia de otro mundo. Para que mencionar su “libre albedrío” que se impone a lo físico, a la sociedad, como recordando a un antepasado de Milton Friedman, cuyo fantasma aún pulula entre oficialistas y detractores.
Seductor, con mucho sentido del humor y con mucho éxito del amor, Bond, James Bond nos salvaba de los Rusos con un toque de elegancia, the touch off class, del que el ex imperio inglés aún hace gala.
Reconocer a los eneatipos 3 no es muy complicado, fíjese en su sonrisa, en su compulsión por hacer y hacer, su competividad, su gusto por la tecnología y sobre todo por su vanidad. Son fieros emprendedores donde se les ponga. Busque sus eneatipos 3 en el cine, la literatura, los deportes, los negocios y/o la política.
Pero no olvide al 3 que quiere más.
Unicornio
Especial, único, melancólico, intenso.
No hay ninguna duda, el Unicornio sí existe. Pero en el universo de las 9 tipologías de personalidad del Eneagrama, el unicornio sólo existe para una de ellas y este mágico animal encarna su esencia. Es algo más que un caballo, es único, existe entre la realidad y la fantasía, ha dejado de ser algo común, tiene algo que nadie tiene ni tendrá, un hermoso cuerno como un caracol marino que le hace especial. Quién quisiera abandonar a un ser tan especial, ¿cómo abandonarlo, cuando sólo existe uno solo en el mundo? Adivinando el sentir profundo y triste (Blue) del unicornio que necesita ser comprendido, es que Silvio Rodríguez nos lo cuenta a media voz, como un secreto digno de ser compartido. Esta súplica, en una de sus partes, dice así:
Mi unicornio azul
ayer se me perdió,
y puede parecer
acaso una obsesión,
pero no tengo más
que un unicornio azul
y aunque tuviera dos
yo solo quiero aquel.
Cuando a un eneatipo o tipo de personalidad 4 se le pierde su unicornio, una inmensa tristeza inunda su alma como si su identidad se esfumara y, al ser así, el pánico por un posible abandono le sume en la melancolía, esa mezcla de tristeza y de placer por el sentir tan intensamente la vida, las emociones. En todo lo que hago, necesito agregarle algo, bello, atractivo, intenso, necesito que mi caballo se transforme en unicornio porque ¿quién abandona a un unicornio?, diría un eneatipo 4.
Sentir intensamente, vivir intensamente son los mandatos inconscientes de este tipo de personalidad. Muchas veces abandonando, otras abandonado, en un torbellino que se enrosca en sí mismo, desafiándose siempre para lograr la autenticidad, lo genuino, lo valioso, lo estético, huyendo de lo vulgar, lo común, lo habitual.
Pero, en esa intensidad, donde campea la melancolía como expresión de lo verdadero, ajena a la alegría simplona o al llanto sin sentido, siempre falta algo, siempre predomina esa sensación de incomplitud en una permanente y no resuelta espera de quién descubrirá lo bello que es ser un unicornio, sospechando también que los esfuerzos aún no son suficiente , que no soy lo suficiente. Ni más ni menos que una autoestima baja que lucha sin lograrlo por transformarse en alguien especial.
En el mundo de los artistas, proliferan los eneatipos 4 y no es casualidad. En la libertad del arte hay espacio para lo especial, de hecho, el arte es único y especial per se. La belleza por una parte y lo expresivo por otra, caracterizan a los artistas de tipología 4. La lista de ellos es gigantesca pero no puedo dejar en el olvido a una chica con baja autoestima en lo físico, que en su búsqueda atormentada por la intensidad con que la vida, los amores y la cocaína no le permitieron comprobar que era un precioso unicornio, llena de la intensidad de la belleza que sólo los seres especiales pueden crear. Murió a los 27 años y nunca lo supo. Se llamaba Janis Joplin.
Al igual que en la descripción de otros eneatipos, que van armando este Zoo-lógico, he comentado sobre personajes muy diferentes que, sin embargo, pertenecen al mismo eneatipo. Cuando hablé del Conejo, fueron Woody Allen y Franz Kafka , con el Rinoceronte fueron El Padrino” y Nietzsche. ¿Qué tienen en común esos dos personajes que son de la misma tipología de personalidad, más allá de sus circunstancias y oficios? La respuesta es sencilla pero no por ello menos difícil de descubrir en la realidad. Les une un determinado motor que moviliza todas sus acciones. En el caso del Conejo, Woody Allen y Franz Kafka son movidos por el miedo y compelidos a evitar el equivocarse; con el Padrino y Nietzsche el motor es sentirse fuerte y protector, evitando que intenten aprovecharse de ellos. Con el Unicornio, es la búsqueda incesante de la identidad propia, de la autenticidad vivida con gran intensidad para convertirse en algo especial y único. Es el caso de Vincent Van Gogh, quién finalmente, y hasta hoy, no se le ha podido clasificar claramente en ninguno de los movimientos pictóricos de la época. Por el contrario, Van Gogh es el inspirador de varios movimientos. La intensidad de su búsqueda le llevaría a quitarse la vida a los 37 años, sumido en un aplastante sentimiento de incomprensión y de abandono, sin haber tomado consciencia del genial artista que fue.
Dramáticas vidas, de Janis Joplin, de Van Gogh, y de muchos artistas de eneatipo 4 que, llenos de una melancólica pasión, han regalado la belleza y la magia que encarna el unicornio.
Descubra los unicornios en el cine, al arte, la música pero también en la ciencia, la religión, en las grandes causa épicas y los propone a este Blog.
El Búho
Observa, piensa, vuela en la oscuridad, en silencio, en solitario.
Ya que estamos jugando al Detective Pisicológico, comencemos por un Detective, por el memorable Poirot.
El famoso personaje de Agatha Christie, Hércules Poirot es en sí mismo un caso a investigar cuando nos referirnos a descifrar su tipología de personalidad. Su bigote perfecto, su amor por las líneas rectas, su veneración por la simetría, la limpieza, las comodidades, la calefacción central podría hacernos creer que estamos frente a una tipología de personalidad o Eneatipo UNO, el cual se moviliza buscando la Perfección. No es el caso de Poirot, Su apología de la inteligencia cuando afirma que él es “la mente más grande en Europa” o cuando hace referencia a sus “células grises” para resolver misterios de alta complejidad intelectual, estamos en presencia de una personalidad que vive en el plano de las ideas, de tantas y tan complejas ideas que requieren de una teoría que las ordene para salvarse del agobio que le producen. Y una buena teoría requiere de hipótesis, a veces de varias, pero por sobre todo exige un método deductivo y es allí donde Poirot busca en las motivaciones psicológicas más que en las acciones causa-efecto para llegar a dilucidar el caso que le ocupa. Es natural en este Eneatipo la soledad, una soledad que garantice el silencio necesario para poder pensar, sin interrupciones de otros, sin opiniones obvias. Acompañan a este atributo central del Eneatipo 5, del cual estamos hablando, el exigir respeto, de su intimidad, su espacio físico y sobretodo de sus ideas. Así, este solitario pensador, investiga en secreto, en el silencio de su mente hasta encontrar la solución. Los demás, imposibilitados en entrar a sus pensamientos, despreciados en sus comentarios con una mirada y un bigote acicalado, ven pura soberbia y al mismo tiempo se ven deslumbrados por su inteligencia. Llegar a la acción directa, les es difícil ya que el pensar es mucho más atractivo que la realidad física. Su afán por el desapego, de bienes, poder, riqueza es la motivación inconsciente para no depender de nada ni de nadie, y allí, atrincherado en la mente sentirá el espacio de tranquilidad. Este eneatipo maneja a la perfección el tiempo y el ritmo de las relaciones. Habla sólo si quiere, se escabulle cuando algo no le interesa, Es escueto en sus palabras y a veces crítico pero muy elocuente cuando siente que tiene la solución y cuando siente que sus investigaciones son realmente novedosas. Su curiosidad por los conocimientos no tiene fin, investiga e investiga porque siempre vive con la sensación de que no sabe lo suficiente. En Poirot vemos la obsesión por desentrañar lo misterioso, lo oscuro que caracteriza a este Eneatipo. La muerte no le preocupa ni le altera, los asesinados no tienen gran importancia y su emocionalidad pocas veces aparece. Le es más atractivo resolver el puzzle. Su austeridad, su distancia emocional le permiten tomar toda la distancia e independencia para ejercer su rol de observador, un búho en la noche, silencioso y certero. La obsesión por la síntesis, por una teoría integral no sólo moviliza a Poirot, es una de las claves que encontramos en todo Eneatipo 5. Einstein lo logró con su E=mc2 que resume una teoría nacida de sólo pensar, sólo en el plano de las ideas, pura cabeza y mucho pelo. Buda es otro Eneatipo 5, un personaje que se desapega de su origen, deja riquezas y se dedica a investigar sobre el sufrimiento humano. Se recluye, busca el silencio y de algo tan complejo como la vida humana, logra sintetizarlo en las sencillas y profundas reflexiones que hoy se llaman Budismo. En otro plano, más mundano, nos encontramos con un experto en estrategias, investigador rodeado de todos los videos posibles, una cama, un velador y un monitor tv, ajeno al dinero, a la fama, de pocas palabras, tímido, obsesivo, conocedor a fondo de la psique de los jugadores del equipo que dirige, conocedor de estrategias, un gran puzle que es necesario resolver partido a partido. Observe como su gran cabeza va adelante y su cuerpo le sigue sin muchas ganas, con pasitos cortos y apurados, recordándonos a Poirot. Sí, estamos hablando de Marcelo Bielsa, escueto en sus emociones, concentrado para pensar rápido, al ritmo del partido, pero también muy lento y acucioso para investigar en la soledad de su pieza y al amparo de la noche y del silencio que regala, todas las variables no sólo para ganar un partido sino para demostrarse que su teoría era acertada.
Le ha dado varias pistas, que se manifiestan en diversos personajes y que responden al Eneatipo 5 del Eneagrama. Ahora comienza el Juego para Usted. Encuentre personajes 5 en el cine, en la literatura, en el espectáculo, en la política en el arte, etc y argumente su investigación para que podamos compartirla en este Blog. Si necesita más pistas puede encontrarlas en mi ebook Amazon “Eneagrama ECO”, buscando todo lo referente al eneatipo 5. Quizás usted también es un 5 y sabe de esto por experiencia directa.
El Conejo
Siempre alerta, asustado, desconfiado, corre en zigzag cuando huye.
Habla y habla y habla sin parar. Más que convencer quiere asegurarse de que lo que está pensando es lo correcto. Un miedo sin horizonte le corroe, no quiere equivocarse, sería terrible, aunque igualmente va a ser terrible, siempre es terrible, aunque algunas veces no lo es, pero cuando no lo es, es porque nunca fue potencialmente terrible, si bien en el fondo sí que son terribles las cosas, nunca se sabe, quizás no estoy viendo lo terrible que podría ser, quizás no tengo buenos argumentos, aunque los buenos argumentos no son siempre la realidad, es más, la realidad es mentirosa y es posible que yo esté teniendo la verdad, pero como miente es seguro que descubrirán mi falsedad, que, por cierto, es sin mala intención ya que mi propia ingenuidad no me permitió ver la verdadera, que, pensándolo bien, no es nunca verdadera del todo, en definitiva lo mejor sería no decir nada, por si acaso, aunque yo debiera decirlo, sino me atragantaría, o no?
Su mente oscila, no para de evaluar alternativas para no equivocarse. Toda una vida de psicoanálisis para desentrañar tantas dudas y para superar un pesimismo que no lo suelta. Woody Allen es un conejo que huye zigzagueando con argumentos contrapuestos, contradictorios pero todos llenos de una parte de la verdad. ¿Cómo decidir? ¿Cómo adelantarme al desastre? ¿Cómo confiar? Ya no son preguntas sino el telón de fondo de cualquier pensamiento y en un rincón una sombra amenazando con un inimaginable castigo. Voces, susurros, no eres inteligente, igual te equivocarás, no darás la talla. Miedo, ojos abiertos preguntando ¿voy bien?
Si usted no es del mismo Eneatipo que Woody Allen, todo lo anterior le parecerá exagerado y si lo creyera, le parecerá angustioso. Para los eneatipos 6, la vida es angustiosa, llena de pensamientos acelerados y oscilantes, buscando la salida, anhelando un momento de seguridad que nunca encontrará, una nueva duda pondrá en duda todas sus dudas y así por siempre. ¿Dónde está la genialidad de Woody Allen? Es simple: se hizo personaje de sí mismo. Su pensamiento hablado se hizo cine, diálogos, mientras una cámara inmóvil registraba el torbellino de frases, que a modo de espasmos van configurando un gran pensamiento, difuso, profundo y trivial al mismo tiempo, lleno de preguntas sin respuestas. Otros eneatipos 6 no logran transmutar su miedo en arte y viven atormentados por un presente atemorizante y por un futuro negro. Kafka es uno de ellos. Su carta pidiendo matrimonio a Felice Bauer ilustra su pesimismo y su baja autoestima.
También Kafka, como Woody Allen, logra transmutar su angustia en literatura, invitándonos a los laberintos de “El Proceso”, “Metamorfosis”, a un mundo de sombras que también resuena en cada uno de nosotros, aunque no seamos un 6.
¿Conoce usted a algún Woody Allen o un Kafka? La eterna desconfianza, el permanente trabajo por prevenir cualquier imprevisto, el barajar innumerables alternativas para evaluar pros y contras le delatan. Su lealtad a toda prueba cuando admira a alguien se contrapone con un profundo miedo a la autoridad, a tal punto que no desean sobresalir en liderazgos para no exponerse a una crítica que no soportarían. Trabajadores, leales, ambivalentes, a veces temperamentales, los 6 despiertan una cierta ternura y ganas de protegerles, asegurándoles que no hay peligro, que están seguros.
Le ha dado varias pistas, que se manifiestan en diversos personajes y que responden al Eneatipo 6 del Eneagrama. Ahora comienza el Juego para Usted. Encuentre personajes 6 en el cine, en la literatura, en el espectáculo, en la política, en el arte, etc y argumente su investigación para que podamos compartirla en este Blog. Si necesita más pistas puede encontrarlas en mi libro “Eneagrama ECO”, buscando todo lo referente al eneatipo 6. Quizás usted también es un 6 y sabe de esto por experiencia directa.
El Mono
Saltarín, juguetón, alegre…
Subirse a los árboles no sólo sirve para tener una visión panorámica que permita elegir la mejor opción, sino que también es una forma de huir de lo que ocurre allá abajo, los peligros, el sufrimiento y del sentirse atrapados, sin libertad. Por el contrario, saltar de rama en rama, siempre variando, siempre en movimiento, siempre estimulado, recibiendo el viento y el sol, es lo más parecido a la libertad que el mono pueda sentir. Aullidos estridentes llaman a otros monos para compartir su alegría.
Entre los Eneatipos o tipologías de personalidad que hemos ido describiendo en este Zoo-lógico inspirado por el Eneagrama ECO, el mono o Eneatipo 7, tiene arraigado un mandato interno que lo orienta compulsivamente a Ser Feliz. En la práctica, significa que busca todo lo placentero y simultáneamente huye del dolor, del aburrimiento, de la rutina, de lo poco estimulante, del pesimismo, de los pusilánimes.
Pero, huir del Dolor no es tan fácil, se presenta de improviso y a veces parece inevitable. Para ello, el eneatipo 7 desarrolló una capacidad extraordinaria para elaborar alternativas ante todo lo que enfrenta. No sólo crea un plan B sino también un C y un D a fin de tener una salida que sea agradable y sobretodo, estimulante.
Reconocerlos no es difícil. Su mirada chispeante, su sonrisa y su desbordante alegría, entusiasmo y optimismo generan, en otros eneatipos, cierta desconfianza y alguna envidia. ¿Cómo es posible que sea tan feliz en medio de tanta desgracia? ¿Qué no se da cuenta que la vida es difícil, que no todo es posible? Estas, entre otras críticas, hacen pensar que el 7 es un frívolo, un inconsciente, un superficial.
En el caso de algunos 7 malsanos esto es verdad. Su compulsivo afán por huir del sufrimiento les hace poco empáticos y en su obsesión por conseguir lo placentero, les hace egoístas. Su inquieto saltar de una cosa a otra, de un empleo a otro, de una pareja a otra, explica que se haya construido esa caricatura. Cercano a esa imagen, encontramos a algunos payasines como un Jim Carrey (La Máscara).
Por otra parte, no podemos obviar al Doctor Patch Adams, quién no soporta ver sufrir a los niños con cáncer y asume el rol de un payaso que les haga reír. Es muy interesante comprender el fenómeno que se dio al elegir el casting para el protagonista. Fue elegido un Eneatipo 4, que en su búsqueda de identidad y de sentirse especial y diferente, eligió parecer un 7 para esconder su profunda tristeza que, finalmente le llevó al suicidio. Es cierto, Robin Williams parecía un 7, que vivió payaseando, invadido por un histrionismo que más bien parecía sobreactuación.
En su búsqueda incansable de estímulos, el eneatipo 7, se interesa por todo aquello que le produzca adrenalina, es un curioso profesional pero esos múltiples estímulos lo conducen a la dispersión. Mal asunto para ellos en una época de Especialistas. Pero no siempre fue así. De hecho, la concepción del hombre Renacentista es la de un hombre curioso, que cubre diversos ámbitos del saber, que tiene la capacidad de relacionar y que es por naturaleza innovador, un curioso. Si hoy viviera Leonardo da Vinci, es probable que estuviera cesante, se le tildaría de disperso. ¿Cómo alguien que pinta se mete a diseñar aviones? ¿Cómo alguien que hace autopsias clandestinas puede pintar la Ultima Cena?
Hoy, época de Especialidades estancas, deja poco espacio para los 7, la presión social les lleva a enfocarse en vez de aprovechar su visión de conjunto y su natural capacidad innovadora para diseñar el futuro. Bien es cierto también que tras una buena idea de un 7 es necesario que otro la aterrice, la lleve a cabo ya que este curioso 7 ya estará con su mente en una nueva idea. Contrariamente a lo que se piensa el 7 es un eneatipo muy racional y planificador pero que no lo hace pensando en un logro como el Eneatipo 3 (el tigre) sino para evitar sorpresas desagradables. En eso, algo le copia al 6, pero desde el optimismo.
El Entusiasta, como le llaman algunos en el mundo eneagramístico, también es apodado como el Epicuro, haciendo referencia al filósofo que planteaba que los placeres no son contrarios a la espiritualidad, tema que retomó Osho, haciendo famosa su frase “Zorba el Buda”, para ilustrar la perfecta convivencia entre el placer y la iluminación.
Al Mono, saltarín, juguetón, alegre, es poco probable encontrarlo en un trabajo rutinario, monótono, más aún le cuesta ser empleado y siempre buscará su libertad, aunque eso le reporte menos ingresos económicos. En su afán por compartir, su mayor felicidad, a veces despilfarrará el dinero. No le mueve el ser generoso, como al eneatipo 2, sino el compartir aquello que le hace feliz, como si quisiera contagiar su alegría, a veces en forma majadera e incluso invasiva.
Como siempre, le desafío a encontrar más monos en el mundo de la literatura, del arte, de la ciencia, de la filosofía y escribir sus comentarios en este blog.
El Rinoceronte
Con una hermética armadura, rabioso, fuerte, audaz, energético…embiste.
Si usted recién entra a este Juego, le recomiendo leer las bases que están en la Presentación del Blog y en la publicación Zoo-lógico para que comprenda a qué vienen estos animales que representan la energía de cada tipo de Personalidad. El Búho encarna al Eneatipo 5, el Conejo al 6 y ahora veremos quién es el Rinocerote.
La tristeza le parece innecesaria y el miedo algo estúpido. Ambas son muestras de debilidad, una especie de kriptonita para quien ha decidido, desde su difícil infancia, ser fuerte, sentirse fuerte en todo lo que hace. Es feroz rasgo de audacia, que le lleva al riesgo sin medir consecuencias, es lo que le hace ser percibido como líder. Desde su liderazgo emplaza exigiendo lealtad, de lo contrario es traición; desde su liderazgo arrincona para despejar su permanente duda de que se están aprovechando de él; desde el liderazgo aflora un inmenso sentido de protección por aquellos a quienes ama, mientras se desentiende y hasta desprecia a la humanidad. Es probable que esta descripción breve le haya recordado a El Padrino. Tal cual, El Padrino encarna ese sentido protector por La Familia y en simultáneo, la crueldad con el enemigo.
Esta tipología de personalidad (eneatipo 8) genuinamente no siente culpa, concibe la vida como una guerra y, en consecuencia, hay cadáveres o heridos que van quedando en el camino. Acotando su gran sentido del poder y de la territorialidad recurren al sarcasmo y a la confrontación cómo arma de prueba para evitar la traición o el abuso. Su compulsión natural para sentirse fuerte y poderoso puede surgir desde diversas plataforma: para algunos, los más primitivos, desde la fuerza bruta, para otros desde una ideología (Stalin), o desde el conocimiento y la cultura ( Wagner) para los menos.
La energía y vitalidad que despliegan estos 8 es casi inimaginable, fuertes como rinoceronte, embisten con la vida sin entrar en mayores matices, economizando argumentos y exigiendo transparencia total y justicia plena. Mientras cuidan sus flancos, su vida tiende a la lujuria y a los excesos, llena de sexualidad desafiante. Recuerde a Xena, la Princesa Guerrera o a Ana Lucía, en Lost, y verá allí la exuberancia pero también aflorará un rasgo masculino que las hace temibles. Muchos de los líderes en la política son eneatipo 8. Pinochet, Lagos Escobar, Chávez, entre los locales. En el mundillo del espectáculo, sentimos la energía de una Maldonado, una Cordero, una Argandona. ¿Será una 8 la mítica Scarlett Ohara (Lo que el viento se llevó) desafiando al seductor y narciso Red Butler (Clark Gable)? ¿Será Virginia Wolff una 8? ¿Cleopatra, una 8 lujuriosa, poderosa y también suicida cuando debe enfrentar la humillación?
Pero no se asocie al 8 con brutalidad y autoritarismo. Un 8 evolucionado es en líder carismático, protector y un poderoso defensor de los desvalidos por quienes se juega hasta el final. ( Boudica, la guerrera de los icenos, en Britania, que lucho a muerte contra el gobernador romano Cayo Suetonio (año 60 DC). En otro ámbito, desde la plataforma del conocimiento, Niezsche es un buen exponente 8. En muchos textos aflora el tema de los poderosos y de los débiles y no es casualidad que postulara el advenimiento del übermensch ( Hombre Superior)
“ El Übermensch es aquel ser que tiene una moral de nobles,
es un noble, y acepta la voluntad de poder: es un hombre legislador,
él crea sus propias normas, morales y de todo tipo, además es un hombre que
somete las cosas a su voluntad, es un hombre vital: ama la vida y este mundo.
Además es un ser que acepta el eterno retorno, pues cuando toma una decisión,
realmente la quiere tomar, y no se arrepiente de sus actos.
Sabe que la vida es en parte dolor y en parte placer, pero no reniega de ello”
Debilidad, poder, fuerza, orgullo propio, audacia…en fin, ya conoce algo del Eneatipo 8 y ahora le corresponde a usted el encontrar otros 8 en el cine, la literatura, el arte, aunque le será más fácil que los encuentre en la política o en el ejército.
El Avestruz
Cauta, temerosa, simpática…
Si quieres verme como un ave porque tengo plumas, perfecto. Si crees que no soy ave porque no vuelo, perfecto. Si me ves como la herencia viva de un animal prehistórico, perfecto. Si me encuentras romántica por mis pestañas y mi lento abrir y cerrar de ojos, perfecto. Si me ves como un entretenido vehículo de transporte, perfecto. Lo importante es que nunca te decepcione. Ten en cuenta que yo tampoco sé lo que soy, ni me interesa, sólo quiero que no te decepciones de mí.
Tan enraizado está el miedo a decepcionar en el Eneatipo 9 que ha preferido negarse a sí mismo y adaptarse a todo con gran habilidad y rapidez. En este mecanismo inconsciente, la mente se anticipa a lo que supone que a otra persona puede decepcionarle. El Eneatipo 9 es el maestro del Suponer y su esfuerzo por pasar desapercibido, sin excesos ni sobresaltos, le hará una persona socialmente encantadora, optimista, de muy fácil trato, muy querible. Pero estas cualidades sociales que no decepcionan tampoco encantan y muy pronto los demás comenzarán a molestarse cuando no ven posturas definidas, cuando la adaptación oculta lo que realmente quieren, cuando saben lo que quieren.
Nada puede aterrar más a un Eneatipo 9 que un conflicto, una discusión, un desacuerdo. Evitar el conflicto, anticipándose, requiere de unas muy buenas antenas para detectar intenciones. Cambiar de tema, ofrecer un té o simplemente aislarse o irse, son actitudes recurrentes para no entrar en conflicto, ni siquiera participar del conflicto de otros. Una silenciosa sumisión, cargada de una rabia no reconocida, se irá incubando para explotar cada varios años, no sin manifestarse previamente en secretas venganzas que no dejan huella. Agresivo-pasivos le llaman.
Ser versus mimetizarse en el otro no es un dilema para el Eneatipo 9. Ha preferido No Ser a fin de no correr riesgos, no decepcionar. Adaptarse será su estrategia de vida con un costo altísimo, el de la autopostergación que, llevada a un límite y en el tiempo va a terminar por desdibujar aún más sus gustos, sus pasiones, sus preferencias. Ya acostumbrado a postergarse, el eneatipo 9 rellenará su vida con múltiples actos de poca trascendencia, dejando para más adelante cualquier decisión que quisiera tomar. Para asegurarse de no decepcionar, consultará opiniones de muchos sin manifestar sus preferencias, pero al comprobar que todos opinan diferente, volverá a inhibirse y a postergar nuevamente una decisión.
Esconder la cabeza, como nuestra avestruz, ¿calmará su angustia y como los niños que se tapan la cara y preguntan ¿dónde estoy?, el Eneatipo 9 logrará no sentir la presión por definirse. La mejor señal que tendrá será el la de sentirse Tranquila. Buscará siempre la forma de estar en esa frecuencia, la de la tranquilidad, la del no conflicto. Su expectativa oculta le llevará buscar siempre la armonía, y en aras de ella se postergará sin advertir que está incubando un conflicto terminal. Algunos eneatipos 9 ya han aprendido que todo conflicto que no se resuelve de inmediato, aunque sea desagradable, terminará inexorablemente en un conflicto mayor, han aprendido a sacar la cabeza del hoyo, aunque tengan susto.
Es tan acentuada su capacidad de adaptación que, al momento de reconocerse en un test de tipologías de personalidad, siempre responden lo mismo: “tengo un poco de las 9 tipologías”
Dado que suponen y suponen que podrían decepcionar, limitan su vida en función de lo que suponen que otros esperan de ellos. En definitiva, se ponen límites donde otros no lo han hecho y cuando descubren que tienen mucho espacio para expandirse toman consciencia que han estado viviendo a medias. Allí, comienzan a comprobar que no decepcionan a nadie, que son más queribles mientras más definidos son sus gustos y opciones, sus amigos se siente ahora más vistos y más queridos y nuestra avestruz comenzará a salir de su soledad tranquila y armoniosa, pero soledad.
A los Eneatipos 9 se les conocen, en la jerga del eneagrama, como los Pacifistas, Los Conciliadores, Los Mediadores y no es extrañar escucharles que “la vida es simple, no sé por qué se complican tanto”. En este afán de evitar el conflicto, los eneatipos 9 aprendieron en su niñez a enfocarse en las necesidades de los demás, olvidando las propias, anestesiándose de su propias emociones y entrando en la dinámica de un cierto conformismo, no por ello, carentes de una felicidad y optimismo. En su tendencia a anticiparse, a vivir en el futuro, han perdido la práctica del recordar lo desagradable, volviéndose muy olvidadizos, bloqueando la memoria.
Entre muchos 9, sólo menciono unos pocos y le dejo el trabajo de descubrirlos en el arte, en la literatura, en el cine, en la política, en la religión y quizás usted lo sea o algún cercano. El Dalai Lama y Nelson Mandela, entre los eneatipos 9 evolucionados, que lograron su identidad. Marge Simpson, Sancho Panza, son algunos personajes populares de ficción que caricaturizan al 9 no evolucionado.
La Corneja
Impecable, pulcro…integro, como debe ser.
“Lo que está bien, está bien, y que lo que está mal, está mal, y ya está”
En las antiguas tradiciones de los indios norteamericanos, la Corneja – un cuervo algo más pequeño – representa la Ley. Pero a diferencia de los otros animales que les he ido presentando quincenalmente en este zoo-lógico, la Corneja no tiene atributos ni en su físico, ni en su actitud que justifiquen su nominación como representante de la Ley. Y no es casualidad ya que la Ley, un Deber Ser, es sólo un atributo de lo humano, en exclusiva. Si tomáramos otros atributos, secundarios del eneatipo 1, podríamos haber mencionado a la hormiga por su laboriosidad, pero también nos llevaría a equívocos.
Navegando en una terrible sensación de no valoración, los niños y niñas 1 decidieron, inconscientemente, ser niños buenos y para tal objetivo debían evitar a toda costa el ser criticados y a su vez deberán hacer las cosas bien, muy bien, impecablemente, rayanas en la perfección, donde ningún detalle quedara al azar. Y ¿cómo, siendo tan pequeños iban a saber cuándo estaba bien o cuando estaba mal? Sin siquiera pensarlo conscientemente, recurrieron a un espacio donde no podrían ser criticados: el deber ser. Así, la norma, la ley, el manual serían su aval. Ateniéndose al deber ser estaba garantizada una potencial valoración que ayudaría a subir una alicaída auto-estima. Así, estos buenos niños no sólo se comportaron correctamente, hablaron pronunciando bien, teniendo buenos modales, sino que pusieron casi todas sus fichas en la Razón. La razón explica el deber ser y este, la conducta. Pero, notaron que no todo el mundo se rige por un estricto deber ser y se vieron compelidos a hacerlo evidente, recordarlo, reclamarlo hasta transformarse a sí mismos en ejemplos vivientes de cómo deben ser las cosas. En definitiva, huyendo de ser criticados, se transformaron en unos criticones. Pero no es todo, subyaciendo a los buenos argumentos de la razón y del deber ser, la ira contenida, porque no es correcto tener ira, iba aflorando como críticas, como comentarios descalificadores, siempre poniendo el foco de atención en lo que falta, en la imperfección.
Seguramente, usted conoce a representantes de esta tipología de personalidad y habrá comprobado las dificultades en la convivencia, habrá sentido que nunca dará la talla para las expectativas del UNO. Ahora bien, visto desde afuera, esto puede incluso ser divertido. Es inevitable que me ría hasta las lágrimas cuando veo al personaje de la sitcom “Aquí no hay quien viva” ( Antena 3, España), el entrañable Juan Cuesta, tan formal y tan enojado, defendiendo como dice el a “ esta ilustre comunidad que yo, humilde servidor, dirijo como una nave que apunta horizontes gloriosos”.
Juan Cuesta no puede evitar el llamado a ser el Presidente de la Comunidad de vecinos de su edificio. Siente que “alguien” tiene que tomar las riendas, ordenar, orientar a sus vecinos en torno al reglamento, que por cierto el redactó y que ningún vecino ha leído, para evitar el caos y la anarquía. Evidentemente, su vida es un constante enojo porque la realidad nunca se ajusta al deber ser, obligándolo permanentemente a llamar a Junta extraordinaria para, democráticamente, como debe ser, solucionar tanto los temas de los botones del ascensor como de la imagen decadente que la comunidad está mostrando. La hiperactividad y el poco sentido del humor, asumiendo más y más responsabilidades, tiene su contrapunto en su familia, lejana a la perfección y muy cercana a la mediocridad. Un castigo para tan buen hombre. Obviamente, su rigidez pasa a ser motivo de burla y de algunos insultos que nuevamente le llevan al enojo al sentirse poco valorado por el esfuerzo que despliega.
Juan Cuesta es, obviamente, un personaje, algo estereotipado, que nos ayuda a ilustrar cómo funciona esta tipología de Personalidad, la UNO. Pero no todo es tan obvio en la realidad. Los eneatipos 1 cuidan de su imagen de corrección e impecabilidad, aunque también, ese juez interno, severo y estricto, tiene episodios de un doble estándar que serán justificados como excepción o como un razonable acto en defensa de una causa noble. Enfrentarse a un UNO no es fácil. Te hará ver tus miserias y casi siempre tendrá la última palabra, ridiculizando tus emociones por su falta de lógica y lo poco práctico que es tenerlas. Sí, te apuntará con el dedo llamándote al orden como una de aquellas institutrices de las películas. Severidad que asusta.
Cómo olvidar a Margaret Thatcher, la dama de hierro, recordándonos, mientras nos apunta con el dedo, esos viejos resabios de lo Victoriano, ya metido en el ADN inglés pero también subvertido por Mary Quant ( la creadora de la minifalda) o por los Beatles, entre otros. Los que conocen el Film “IF” habrán sentido el peso de la educación victoriana y, a su vez, el doble estándar del puritanismo, expresión fundamentalista de algunos eneatipos 1.
(IF es la más conocida de las películas del director de cine británico Lindsay Anderson. La película ganó en 1969 la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes.
Polémica película en la que el pionero del Free Cinema inglés arremete contra la enseñanza superior y hace una sátira violenta y sin matices de
los colegios superiores y del establishment británico y su doble estándar.
La Thatcher, el film IF y la vieja dama de Downton Abbey nos ilustran la versión inglesa de la Cultura UNO, pero en otras latitudes también se expresa, a veces asociada a la represión y otras a los fundamentalismos ( Bin Laden o Monseñor Escrivá de Balaguer). Un célebre afiche mantendrá en la memoria la represión de la policía francesa en ese mes de Mayo del 68. El bastón de un policía tomaba la forma del cráneo de un manifestante y un enorme titular, con letras negras y grandes decía “El Orden debe ser mantenido porque el Orden debe ser mantenido”.
La excesiva autocrítica del eneatipo 1, su severo juez interior, le impulsa a hacer todo lo mejor posible, cuidando los detalles, las metodologías y los procedimientos y, en consecuencia, logran resultados impecables (olvidando a veces el factor emocional). Si usted tiene que operarse de desprendimiento de retina o programar un viaje a Marte, elija un cirujano 1 o un ingeniero 1 respectivamente. Nada fallará.
Algunos eneatipos 1, ya conscientes de sus patrones perfeccionistas, han aprendido que el Deber no siempre debe estar antes del Placer, flexibilizando así su vida y disfrutando más de lo imprevisible.
Ahora es su turno. Descubra eneatipos 1 en la literatura, en el cine, en la política (no olvide a Hinzpeter) o también en la ciencia, la espiritualidad ( Ghandi por ejemplo) y escríbame en este Blog.
¿ Identificó su Eneatipo?